[vc_row][vc_column][vc_column_text dp_text_size=»size-4″]Llevo todo el fin de semana desmontando una bicicleta, puliendo metal oxidado con vinagre y una lija, cortando piezas con una segueta, incluso le he pedido una radial a mi vecino. Hoy tengo los dedos como delicias de calamar y las uñas como un minero, pero cuando termine habrá merecido la pena, aún quedará una semana de trabajo y lo haré escuchando los versos de Simbiatu Abisola Abiola Ajikawo, Simbi, Little Simz, dejando volar la mente por los paisajes de Wonderland en compañía de Cheshire, meditando sobre si debo o no seguir al conejo blanco.
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